martes, 19 de agosto de 2014

FIT, BIG, RUN E ISIDORO



Tras finalizar el programa de GET IT, me encontraba con muchas ganas de seguir retándome. Había perdido 16 kilos y me moría de envidia cuando me tocaba ir a entrenar detrás de otro cliente que estaba haciendo el Fit and Run y veía ese reto muy lejano para mi.

Tras hablar con Isidoro nos pusimos manos a la obra he inicié el Fit and Run. Ese día ya me dijo que antes de acabar el plan ya haría dominadas, para los que no lo sepáis es cogerse a una barra y subir todo tu peso con los brazos. Me dijo eso y volví a caer en el error de no creerle. Pensé que esta vez si se iba a equivocar y que yo había conseguido ya mis “marcas personales”. Había bajado de peso, vuelto a correr y era capaz de hacer una rutina sencilla de entrenamiento.
 Pero que yo tonificara mis músculos haciendo ese plan y sobretodo aguantarlo me parecía imposible. Pero Isidoro es como el anuncio de Adidas “Impossible is Nothing”.

Los primeros entrenos fueron duros por el cambio en la rutina. Ahora tanto el tiempo del ejercicio como de descanso está cronometrado, hay muchos ejercicios nuevos con las gomas y había dos grandes retos para mi; Flexiones (y las mil y una maneras de hacerlas) y la barra de dominadas. Como siempre Isidoro tiene un as guardado en la manga para que puedas llegar a todo y no caigas en el desánimo. Puedes empezar hacer flexiones con las rodillas apoyadas y con la barra empiezas apoyando los pies en la caja.

Y empiezan a pasar los días, y empiezas a controlar tu también los tiempos. Pasan los entrenos y empiezas hacer flexiones sin apoyar las rodillas, con el cuerpo tembloroso pero lo consigues. Pasan los primeros esfuerzos y te empiezas a plantear que puedes hacer algo más con la barra y te apoyas solo con un pié, luego solo con un pié con la caja más lejos y llega el día…
A lo mejor alguien que lea esto y no entrene con Isidoro o no haya hecho un plan parecido alucina, pero recuerdo perfectamente mi primera dominada sin apoyo. Había acabado la rutina de entreno del día y bromeando le dije que quería probar hacer una dominada “de verdad”. Me dijo; tú mismo. Me agarré a la barra tiré para arriba y… ¡Subí! Subí y mientras yo alucinaba por haberlo conseguido Isidoro se reía y me volvía a recordarme lo incrédulo que era.

Entrenar era ahora tan divertido que según pasaban los entrenos no me di cuenta de que mi cuerpo estaba cambiando. Mis hombros estaban marcados y altos, mis brazos y piernas duros y tersos y me espalda aun más marcada. 
Lo había conseguido. Había comprobado que tenía otra vez razón Isidoro y que con esfuerzo y dedicación los resultados salen en menos de lo que imaginas. Tras el FIT en julio hice el BIG. 
Un reto personal que Isidoro me preparó y titulamos “Cheminator” y que me ha confirmado que puedo hacerlo, que todo lo puedo conseguir. De este plan me llevo poder hacer flexiones perfectas de mil y una maneras y dominadas de cualquier tipo…

Pero todo tiene un fin…


Han pasado siete meses desde que empecé a entrenar con Isidoro. Siete meses que han supuesto un cambio en mi cuerpo pero también en mi vida. No tengo que ir a un gimnasio que odio para hacer deporte, no tengo que hacer burradas para adelgazar, no tengo que aburrirme para tonificar. He aprendido tanto, he cambiado tanto que cuesta decir adiós. Pero como todo en la vida llega a su fin. Esta semana ha sido mi última semana de entreno presencial con Isidoro y me ha dejado preparado mis ejercicios para el verano. A la vuelta seré un cliente online.

Isidoro ¡Que vas hacer sin el cliente que más se queja! Jajaja. Gracias por todo. Por hacerlo tan fácil, por tu constancia y por tu dedicación. Gracias por aguantar mis quejas, mis “odio este ejercicio”. Ya no te podré sorprender con mi capacidad de recuperación inmediata y mis “no siento ese músculo” y mis superpoderes para aguantar el “pecho lata”.


Hace siete meses buscaba adelgazar, ahora me voy 17 kilos menos, un cuerpo marcado y lo que es más importante me has hecho creer que todo se puede conseguir, que el esfuerzo y la dedicación dan sus frutos.
Vine para poder ponerme una camiseta de la Guerra de las Galaxias que me habían regalado y ahora… ¡Me queda grande! Hay que joderse…

Pues como buen Friki me despido, no sin antes animar a todo el mundo indeciso, al que está en los primeros entrenos y al que es como era yo antes de incrédulo, a que se animen a entrenar con Isidoro.



¡QUE LA FUERZA OS ACOMPAÑE!

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